Entre febrero de 2024 y febrero de 2025 se registró un aumento del empleo adecuado en Ecuador, pero al mismo tiempo la informalidad también creció, reflejando un mercado laboral frágil.
Aunque más ecuatorianos tienen trabajos formales, millones aún dependen de empleos precarios con ingresos por debajo del salario mínimo. Según la última Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU), Ecuador vive una situación laboral paradójica: entre febrero de 2024 y febrero de 2025, el empleo adecuado creció en 230.889 personas, alcanzando los 3,06 millones de ecuatorianos. Este avance refleja una recuperación del empleo formal, con trabajadores que ganan al menos el salario básico unificado de $470 y cuentan con condiciones laborales estables.
Sin embargo, el mismo período muestra un aumento de la informalidad, que pasó de 5,13 a 5,27 millones de personas. Es decir, mientras más ecuatorianos accedieron a un empleo adecuado, otro grupo importante debió recurrir al subempleo, empleo no remunerado o trabajos sin estabilidad ni ingresos suficientes.
¿Por qué crecen a la vez el empleo adecuado y la informalidad?
Este fenómeno puede explicarse por las siguientes razones:
- La Población Económicamente Activa (PEA) sigue aumentando, especialmente con la incorporación de jóvenes que terminan sus estudios o migrantes que buscan empleo. Muchos de ellos no logran insertarse en trabajos formales y recurren a actividades informales.
- El crecimiento económico puede beneficiar a ciertos sectores formales (como la construcción o la banca), mientras otros, como el comercio ambulante o servicios domésticos, también crecen, pero sin formalización.
- La rigidez o costos de la formalidad (afiliación a la seguridad social, pago de beneficios) llevan a muchas microempresas a contratar informalmente.
¿Qué revela que el ingreso medio y el ingreso promedio sean menores al salario básico unificado?
El ingreso promedio del trabajador ecuatoriano en febrero de 2025 fue de $468,4 al mes y la mediana de ingreso de $400,6, ambos por debajo del salario mínimo de $470. Esto indica que:
- La mayoría de los empleos siguen siendo informales o mal remunerados.
- Existen altos niveles de subempleo y autoempleo de baja productividad.
- Gran parte de la población trabajadora no accede a condiciones laborales dignas.
En otras palabras, la mejora en los indicadores de empleo adecuado convive con una economía donde la precariedad laboral sigue siendo una realidad para millones de ecuatorianos. El reto para el país es no solo seguir creando empleo formal, sino también reducir de manera sostenida la informalidad y mejorar la calidad del ingreso laboral.
Ejemplos prácticos de la relación entre ingresos e informalidad:
- El vendedor ambulante en Guayaquil: Juan tiene 28 años y vende accesorios para celulares en las calles del centro de Guayaquil. Trabaja largas jornadas, sin contrato ni afiliación al IESS. Sus ingresos son inestables: algunos meses logra $350, otros apenas $250. Está dentro de la categoría de informalidad y su ingreso está por debajo del salario mínimo.
- La empleada doméstica sin afiliación en Quito: María trabaja tres días a la semana limpiando casas y gana $20 por jornada. Eso le genera un ingreso mensual aproximado de $240, sin estabilidad, sin décimos ni afiliación a la seguridad social. Aunque tiene trabajo, está dentro del empleo informal no pleno y su ingreso está lejos del mínimo legal.
Te puede interesar:
- El agricultor familiar en Chimborazo: Luis cultiva papas y ocasionalmente vende en el mercado. Algunas semanas sus ventas superan los $500, pero otras semanas no vende nada. No tiene contrato, no está afiliado, y su nivel de ingresos fluctúa. La actividad agrícola familiar es uno de los principales focos de informalidad rural
- El subempleado en un taller mecánico en Manta: José trabaja 30 horas a la semana y gana $300. Él quisiera trabajar más horas, pero su jefe no puede contratarlo a tiempo completo. Él está clasificado como subempleado por insuficiencia de tiempo de trabajo, y su ingreso es inferior al salario mínimo.
¿Qué dice la precariedad laboral sobre la economía ecuatoriana?
Aunque hay señales positivas de recuperación formal, la economía sigue marcada por una estructura laboral frágil:
- El mercado laboral es incapaz de absorber a toda la fuerza laboral en condiciones formales.
- Las oportunidades laborales de calidad son escasas, y muchas personas sobreviven en actividades de baja productividad y bajos ingresos.
- La diferencia entre la mediana de ingresos ($400,6) y el salario mínimo ($470) revela que al menos la mitad de los trabajadores no alcanzan un nivel de ingreso suficiente para cubrir necesidades básicas.
El Ecuador enfrenta el desafío de transformar la estructura de su mercado laboral: no basta con crear empleos formales, sino también con reducir las barreras a la formalización y mejorar la productividad en sectores donde predomina la informalidad. La persistencia de ingresos por debajo del salario mínimo muestra que millones de familias aún viven en la precariedad.