El futuro eléctrico de Latinoamérica podría estar teñido de azul gracias a las concentraciones de un mineral que gana terreno en diferentes industrias.
América Latina tiene un as bajo la manga, y no es oro amarillo. Se trata del cobalto, un mineral necesario para la revolución tecnológica actual. Este “oro azul”, como algunos lo llaman, se usa en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, teléfonos móviles y un sinfín de dispositivos modernos.
El hallazgo de importantes reservas de cobalto en la región, particularmente en Chile, enciende las alarmas de optimismo. Como reporta Gizmodo, este descubrimiento podría catapultar a este país al centro de la industria de los autos eléctricos y competir a nivel global.

¿Por qué es tan importante el cobalto?
Su capacidad para almacenar energía lo convierte en un componente vital para las baterías de alto rendimiento, lo que impulsa su demanda a niveles estratosféricos. Además, se usa en la producción de turbinas eólicas y otros sistemas de almacenamiento de energía.
Ahora mismo, la República Democrática del Congo domina el mercado, pero la inestabilidad política y las controversias laborales impulsan la búsqueda de alternativas y Chile, conocido por su producción de cobre, podría ser la respuesta.
Sin embargo, no todo es color de rosa. La extracción de cobalto plantea importantes desafíos ambientales. Si no se hace bien, puede ser un problema para la naturaleza. Hay que tener cuidado con la contaminación del agua y suelo.
Por ello, lo primero es implementar tecnologías avanzadas para minimizar el impacto ambiental.
Si los chilenos logran sortear los desafíos técnicos y ambientales, podrían convertirse en los segundos productores más grandes del mundo, desarrollar una industria eficiente, sostenible y ser actor clave en el mercado global del cobalto.