A sus 27 años, se enfrenta a un dilema que muchos jóvenes de su generación conocen demasiado bien: la búsqueda de estabilidad en un mundo que cambia a la velocidad de la luz.
Licenciada en Pedagogía de la Lengua y la Literatura, y actualmente cursando una maestría en Educación Básica, ella ha encontrado una fuente de ingresos solo vendiendo fotos de sus pies.
Ella gana aproximadamente 1.000 dólares al mes en OnlyFans, una plataforma que, para muchos, sigue siendo un misterio, pero que, para ella, ha significado una fuente de ingresos estable.
Lo curioso de su historia no radica solo en la plataforma en sí, sino en el contenido que ofrece: fotos de sus pies. La idea surgió por casualidad.
En las redes sociales, comenzó a escuchar sobre personas que obtenían dinero vendiendo imágenes de sus pies, un nicho que para muchos parece extraño, pero que ha demostrado ser una mina de oro para quienes saben cómo manejarlo.
Lo vi como una oportunidad para asegurar un ingreso mientras continúo con mis estudios.
Vende más fotos de sus pies que de su cara
Lo que comenzó como una curiosidad se convirtió en un negocio; con el tiempo, se fue perfeccionando en la toma de fotos.
Utiliza luz natural o luces LED para conseguir las mejores tomas, cuidando cada detalle, desde el esmalte de sus uñas hasta la elección de los fondos.
La clave está en la calidad; he aprendido a jugar con la composición, los ángulos y la edición sutil para que las fotos no pierdan su esencia
El mundo de las peticiones de los clientes, sin embargo, es tan peculiar como fascinante.
Algunos piden colores específicos de esmalte o poses particulares, mientras que otros son más creativos.
Una vez me pidieron recrear una escena de playa, con arena y conchas marinas; otra solicitud fue una foto con una dona en el dedo del pie
Aunque su carrera académica sigue siendo su principal objetivo, la venta de fotos se ha convertido en un complemento que le ha permitido no solo financiar sus estudios, sino también tener el control total de su privacidad.
Para proteger su privacidad, la licenciada evita mostrar su rostro o cualquier rasgo que pueda identificarla.
Además, utiliza marcas de agua en sus fotos y configura sus redes sociales con el máximo nivel de privacidad.
En cuanto a la comunicación con los clientes, mantiene un trato profesional, establece límites claros y responde de manera rápida sin comprometer su comodidad.
A pesar de que su carrera tomó un giro inesperado, sigue creciendo en el campo de la educación; ve una opción viable y económica al vender fotos de sus pies.
F: La Prensa.
Imagen: unsplash.
