Una adulta mayor, y dos alumnos con discapacidades físicas e intelectuales son parte de los estudiantes reconocidos por notas.
Plácida Quiroz y su esposo, Néstor Mendoza, no dejaban de abrazar y felicitar a su nieto Esteven Caputi Mendoza, quien con su promedio de 9,10 resultó escogido como abanderado del portaestandarte de Guayaquil, este jueves, 26 de septiembre, en la Unidad Educativa San José de la Sociedad de Beneficencia de Señoras de Guayaquil.
El guayaquileño de 21 años es uno de los estudiantes que ingresaron a la modalidad extraordinaria que es para personas con escolaridad inconclusas (PCEI). Ellos asisten a clases de manera virtual y pueden continuar estudiando pese a adversidades como la distancia, la economía familiar, trastorno o enfermedad.
En este plantel, que tiene 345 alumnos, jurarán la bandera 25 estudiantes, este jueves, 26 de septiembre, día en que se conmemora el Día de la Bandera Nacional. Según cifras del Ministerio de Educación, a nivel nacional 277.677 estudiantes de tercero de bachillerato jurarán la bandera.
Esteven compartirá esta actividad con los otros dos abanderados, Rosimar Uriarte Silva que lleva la bandera nacional y July Peñafiel Molina, con la bandera del plantel.
Además compartirán la ceremonia con los estudiantes Rosa Pascuala Caisaguano Jara, una adulta mayor de 60 años, y Richard Salguero Salas, quien tiene discapacidad física en un 62 %, que consiguieron un cuadro de honor por sus destacadas notas, que por pocos puntos no pudieron llevar la bandera.
La abuela de Esteven comentó que fue una sorpresa para ellos enterarse de esta noticia, a pesar de que su nieto es muy cumplido en sus tareas y actividades, debido a su discapacidad intelectual de un 66 % por trastorno autista leve, tiene una tutora que lo guía.
El joven, pese a su discapacidad intelectual leve, se conecta por medio de una tablet y realiza todos sus deberes en cuadernos, escribe, recorta, lee. Es muy tranquilo y jovial.
“Las matemáticas es lo más difícil, estuvo en varios colegios, pero esta modalidad se le hizo mejor, una maestra le enseña, yo no acabé la escuela, por eso una amiga lo vio y decidió ayudarlo porque ella es experta en educación y me cobra barato, ella es todo, le refuerza y allí están los resultados”, comentó Plácida, quien no aguantó las ganas de llorar ante la alegría por su primer nieto.
Ella agregó que el joven no vive con sus padres, ellos están separados desde hace años, y que ella junto con su esposo lo están sacando adelante con mucho esfuerzo ya que no cuentan con un trabajo estable y son personas de la tercera edad.
Mientras que Rosa Caisaguano, de 60 años, fue una de las estudiantes con cuadro de honor en esta ceremonia de abanderados. Ella comentó que al conformar su hogar, unos 35 años atrás, dejó de lado sus estudios al primero de bachillerato.
“Siempre quise estudiar, pero la crianza de mis cinco hijos me lo impidió, luego ellos ya estudiaron, se graduaron del colegio, han ido a la universidad y ellos mismos me dijeron: ‘mami, ya no tiene a quien cuidar, así que por favor cumpla sus sueños. Yo les dije que quería estudiar, ese era mi principal sueño, graduarme del colegio y este reconocimiento por mis notas ha sido una sorpresa”, comentó ella.
Agregó que lo más complejo en este proceso fue el estudio online, subir los deberes por la plataforma y manejar todos los días los programas de estudio, ya que ella no sabía ni usar un computador a la perfección.
La mujer irá con su hija y sus nietos a recibir este reconocimiento al plantel educativo, ubicado en el suroeste de Guayaquil.
“Yo quiero ser ejemplo de quienes no han acabado el colegio, que lo hagan con empeño, que busquen continuar sus estudios para mejorar, para aprender y seguir adelante, no hay nada mejor que poder cumplir los sueños, si no se pudo antes no importa a la tercera edad”, comentó la alumna.
Y la otra persona con discapacidad física, Richard Salguero es otro de los alumnos destacados que este jueves jurarán la bandera en este acto cívico dentro del plantel.
Maestros de la institución indicaron que se está reforzando la participación de estudiantes con varios tipos de discapacidad para que puedan estudiar con normalidad.
Ahora tendrán un momento para jurar la bandera, celebrar entre estudiantes y junto con sus familias esta conmemoración por su dedicación diaria para tener notas destacadas.
En la Sociedad de Beneficencia existen seis colegios, pero la Unidad Educativa San José es la única que tiene la modalidad extraordinaria que es para personas con escolaridad inconclusas.
F: EL UNIVERSO
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