La hierba medicinal cuyo nombre científico es Phlegmariurus saururus y es conocida como cola de quirquincho es una planta perenne que se encuentra geográficamente en Chile, Bolivia, Perú y Argentina
La Nación/GDA
Una planta autóctona de Argentina denominada coloquialmente como “cola de quirquincho” gana día a día más popularidad. Se trata de una hierba que, si bien ha sido utilizada durante siglos en la medicina tradicional de los pueblos andinos, está ganando notoriedad por sus beneficios para la salud, destacándose sus propiedades afrodisíacas y neuroprotectoras.
La cola de quirquincho, cuyo nombre científico es Phlegmariurus saururus, es una planta perenne que se encuentra geográficamente en Chile, Bolivia, Perú y Argentina. De acuerdo con la Administración de Parques Nacionales, es común encontrarla en matorrales, lugares rocosos y partes altas de las montañas del norte y centro del país hasta Sierra de la Ventana. “Su tamaño varía de 5 a 30 centímetros de altura y tiene tallos erectos y cilíndricos que nacen en el rizoma. Es frecuente encontrarla en matorrales, lugares rocosos y en las partes altas de las montañas”, reconoce la institución.
Cola de quirquincho: los beneficios de la ‘hierba del amor’
Papalia explica que la cola de quirquincho es conocida como “la hierba del amor” o “licor sexual” dado que es un vigorizante sexual. Esta propiedad se debe a la relevancia que tiene en la producción de alcaloides –sustancias que ejercen un efecto estimulante sobre el sistema nervioso central–. Además, se destaca por presentar efectos diuréticos y antiinflamatorios en quienes la consumen.
Sus dichos coinciden con los de un grupo de investigadores cordobeses que comprobaron que la cola de quirquincho tenía la capacidad de revertir la muerte neuronal en ratones a los que se les indujo crisis epilépticas.
“Hay una búsqueda constante de nuevos neuroprotectores que puedan detener, enlentecer o revertir el daño neuronal que subyace a distintas enfermedades que afectan al sistema nervioso central”, dijo al ser consultado por la Agencia CyTA-Leloir Daniel Mascó, investigador independiente del Laboratorio de Neurobiología del Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas (IIByT), que depende del CONICET y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Por más que esta fue una investigación pionera sobre los efectos de Phlegmariurus saururus en el cerebro, Mascó y su equipo de trabajo buscan determinar, en el futuro, si es posible identificar “qué alcaloide de la planta es responsable de la actividad evaluada, o si son varios, así como los mecanismos involucrados en su efecto”, adelantó el experto.
Observaciones hechas por la Universidad Nacional de Córdoba y el Conicet indican que “de acuerdo a los usos etnofarmacológicos, la decocción de Phlegmariurus saururus tiene propiedades afrodisíacas que aumentan la potencia eyaculatoria”.
“Las personas la consumen de diferentes formas, como infusión o agregándola directamente al mate. Sin embargo, la forma más común es la decocción, que consiste en hervir la planta en agua. Esto es diferente de la infusión, que se prepara agregando agua hirviendo sobre el material vegetal “, explicó Mariel Agnese, investigadora de la UNC y directora del equipo científico, a UNCiencia.
“Comprobamos que cumple con todas las condiciones de los afrodisíacos naturales: actúa aumentando el deseo y la potencia sexual, y mejora el rendimiento o ‘performance’ sexual. Además, es efectivo y funciona a muy bajas dosis, y no produce efectos tóxicos para el organismo en los estudios desarrollados hasta el momento”, señaló la investigadora.
En consideración a las posibles contraindicaciones, Papalia advierte sobre su ingesta sin supervisión profesional durante el embarazo y períodos de lactancia. También agrega: “Su uso excesivo puede afectar la función renal”.
F: EL PAÍS