Las intensas lluvias en el estado de Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, han provocado graves consecuencias, incluidos al menos diez fallecimientos y 21 personas desaparecidas, según informaron las autoridades el miércoles.
Estas precipitaciones obligaron a evacuar a aproximadamente 1.400 personas en más de cien municipios, muchas de las cuales fueron trasladadas a refugios gestionados por la Defensa Civil. Además, se reportaron 11 heridos y más de 19.000 personas afectadas en la región.
Los decesos ocurrieron en diversas localidades, como Encantado, Itaara, Pantano Grande, Paverama, Salvador do Sul, Santa Cruz do Sul, Santa Maria y Segredo. Las fuertes lluvias también han causado la caída de puentes y el colapso de carreteras, dejando algunas áreas completamente aisladas. Las autoridades han emitido advertencias sobre la peligrosidad de transitar por ciertos tramos de carretera debido a bloqueos o riesgos de derrumbes.
La Defensa Civil ha estado realizando operativos de rescate desde el martes, enfocándose en ayudar a las familias atrapadas, muchas de las cuales se encuentran en los techos de sus viviendas. El gobernador del estado, Eduardo Leite, ha solicitado asistencia al gobierno federal, incluyendo el uso de aeronaves para el rescate de personas afectadas.
Localidades como Sinimbu han sido severamente afectadas, con calles inundadas y servicios básicos interrumpidos. La alcaldesa de Sinimbu, Sandra Backes, describió la situación como «una pesadilla» y solicitó ayuda urgente.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha ordenado el envío de asistencia y ha vinculado este desastre al cambio climático global. Las fuerzas armadas han desplegado aeronaves para realizar rescates en áreas de difícil acceso, aunque las condiciones meteorológicas adversas han obstaculizado algunas operaciones.
Además, cerca de 130.000 personas están sin acceso a agua potable, y los servicios de comunicación, como internet y teléfono, están interrumpidos en más de 60 municipios.
El gobierno estatal ha advertido que se esperan más lluvias en las próximas horas, con acumulaciones pronosticadas de hasta 300 milímetros en algunas zonas. Esta situación se suma a otros eventos similares ocurridos recientemente en Brasil, como las fuertes lluvias en marzo en los estados de Río de Janeiro y Espirito Santo, que dejaron al menos 25 muertos.
Los expertos atribuyen estos fenómenos extremos al cambio climático y al fenómeno de El Niño, que han provocado un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos adversos. Las temperaturas globales están en aumento, lo que contribuye a un aumento en la incidencia de inundaciones, sequías y olas de calor en diversas regiones del mundo.
F: El Universo
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