Como protagonista en pasajes de la Amstel Gold Race, el ciclista ecuatoriano Richard Carapaz marcó su regreso a competencia luego de la caída en la Tirreno Adriático el pasado 10 de marzo. El carchense al final no estuvo entre los mejor ubicados, pero quedó satisfecho con el rendimiento y las “buenas sensaciones” encontradas en la clásica neerlandesa este domingo.
Carapaz (EF Education-EasyPost) ocupó el puesto 51 en la clasificación general, a 1 minuto 56 segundos del ganador, el británico Thomas Pidcock (Ineos Grenadiers), y como el mejor latinoamericano de la prueba.
“Es una carrera muy dura. Hay que estar arriba, abajo, frenar, ver las rotondas. Es una prueba con muchos añadidos, pero se ha hecho una buena presentación”, dijo Carapaz.
“Después de no competir tanto tiempo, las sensaciones son buenas. Al final el trabajo del equipo ha sido bueno, porque se trabajó para el compañero que llegó a pelear el esprint, y eso nos dejó entrar bien con el grupo”, dijo el carchense.
Con un grupo de once corredores adelante en el tramo final de la prueba, Carapaz pasó al frente del grupo perseguidor para recortar la ventaja de los fugados, lo que al final favoreció para que sus compañeros pelearan el esprint, con el neerlandés Marjin van der Berg en puesto 11 y el danés Mikkel Honoré en puesto 28.
“Intentamos colaborar al equipo en lo que más se ha podido. Recortamos bastante la diferencia. Nos faltó un poco más, pero (como equipo) nos vamos con un buen resultado”, dijo el ecuatoriano.
El campeón olímpico dijo estar “contento” con su desempeño en la Amstel Gold Race, la primera de las clásicas de las Ardenas, que seguirán entre miércoles y domingo con la Flecha Valona y la Lieja-Bastoña-Lieja, ya en suelo belga.
“Es un proceso que hay que ir poco a poco. Se vienen Flecha y Lieja, que son un poco más para mis características. Creo que tendré una mejor perspectiva de este proceso que vamos llevando”, concluyó Carapaz.
F: El Universo
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