En el mes de julio de 2014 el Ministerio de Salud Pública hizo entrega de muchas unidades de ambulancia para algunas unidades de salud a nivel nacional, esto se realizó en el sistema integrado de seguridad ECU911 en Guayaquil. Estas ambulancias eran de 2 categorías técnicas: las de soporte vital básico y las de soporte vital avanzado.
De esta forma se podría solventar un antiguo e histórico inconveniente que se producía en los servicios de emergencia de los hospitales, el cual era el traslado medicalizado de pacientes, ya sea para transporte primario y/o secundario, ambos con una alta demanda de necesidades, pero con muy poca oferta, a la fecha, pues basta recordar que el parque automotor de ambulancias que se disponía eran en su mayoría furgonetas adaptadas para el servicio de atención prehospitalaria, y con mínimo equipamiento como una camilla para transporte, tabla de paro y un tanque de oxígeno en el mejor de los casos.
Así, el servicio de atención prehospitalaria, integrado por una pléyade de profesionales de la salud, que cada vez se especializaban más, se convertían en meros acompañantes de los pacientes, cuando su rol principal es asegurar el monitoreo de las condiciones clínicas de quienes son trasladados.
Por ejemplo, desde el sitio de un accidente, y/o entre unidades de salud de baja complejidad, como los hospitales básicos, hasta unidades de salud de mayor complejidad, como los hospitales de especialidades.
Al cabo de varios años, y de múltiples intentos por renovar el parque automotor de unidades de ambulancia, tanto el Ministerio de Salud como el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, contando con la asesoría técnica del Proyecto para Servicios de las Naciones Unidas (UNOPS) lograron adquirir de forma transparente y sostenible aproximadamente 300 unidades de ambulancia, con lo que el personal técnico del servicio de atención prehospitalaria podrá garantizar el traslado de pacientes con elevados estándares de calidad, sobre todo asegurando que pacientes de zonas geográficas de difícil acceso puedan ser beneficiarios de este servicio, de forma oportuna, eficaz y eficiente, mediante la coordinación de Sistema Integrado de Seguridad SIS-ECU911.
Esta renovación del parque automotor de ambulancias permitirá también solventar de forma integral las necesidades del Sistema Nacional de Salud, como ya ocurrió durante la etapa inicial y más crítica de la pandemia por COVID-19, que por ejemplo, desde el Hospital General IESS de Ambato se requirió trasladar 522 pacientes críticos, debido al colapso del sistema sanitario, y una alta proporción de esos traslados médicos, según el artículo “Políticas públicas de salud en el Ecuador: un estudio estocástico de las derivaciones de los pacientes críticos en época de COVID-19, Hospital General IESS Ambato, 2020–2021″ de la Dra. Jimena Andrade González.
Por tanto, renovar las partes esenciales de la operatividad del sistema de salud resulta la mejor inversión que el Estado puede realizar para, entre otros objetivos, permitir el acceso a las zonas geográficas de difícil acceso, hasta las unidades de salud.
F: EL UNIVERSO
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