Vladimir Putin admitió el lunes que el atentado del viernes cerca de Moscú, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), fue perpetrado por «islamistas radicales», aunque sugirió nuevamente una posible relación con Ucrania.
Kiev y los occidentales han rechazado categóricamente cualquier vínculo entre las autoridades ucranianas y los perpetradores del ataque, que según un nuevo balance del lunes dejó al menos 139 muertos.
Más de dos años después de su ofensiva a gran escala contra Kiev, Putin volvió a insinuar que el ataque podría estar relacionado con Ucrania y sus partidarios. En una reunión del gobierno transmitida por televisión, relacionó por primera vez el ataque con los islamistas, diciendo: «Sabemos que este crimen fue cometido por islamistas radicales con una ideología contra la que el mundo islámico ha estado luchando durante siglos». Además, enfatizó la importancia de identificar a los patrocinadores del crimen y solicitó una investigación profesional.
El Kremlin se ha abstenido de comentar la reivindicación del EI y Putin no tiene planes de visitar el lugar del ataque, el complejo Crocus City Hall. A pesar de la atribución del ataque por parte del EI, las autoridades rusas han destacado que los presuntos asesinos intentaban llegar a territorio ucraniano después del atentado.
Tres días después de la tragedia, aún hay muchas incógnitas sin resolver, especialmente sobre la identidad y los motivos de los cuatro principales sospechosos, quienes han sido puestos bajo custodia hasta el 22 de mayo y enfrentan la posibilidad de cadena perpetua. Además, otros tres sospechosos, incluido un padre y dos hijos, fueron detenidos el lunes hasta la misma fecha. Según informes, uno de los hijos tiene nacionalidad rusa pero nació en Tayikistán, un país de Asia Central.
El grupo Estado Islámico se ha atribuido la responsabilidad del ataque, aunque las autoridades rusas siguen investigando y han arrestado a un total de once personas en relación con el caso. Mientras tanto, Ucrania, que enfrenta un conflicto con las tropas rusas desde febrero de 2022, ha negado cualquier conexión con el incidente.
F: El Universo
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