Los niños deben acudir a revisiones anuales, incluso si no presentan síntomas evidentes, para prevenir el desarrollo de la ambliopía.
La importancia de la salud visual abarca todas las edades, pero para los niños cobra un significado aún mayor, ya que es a través de la visión que exploran y aprenden sobre su entorno. Según el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis) en Ecuador, hasta septiembre de 2023, aproximadamente el 4,44 % de las personas con discapacidad visual se encontraban en el rango de edad de 0 a 18 años.
Dado que los niños no siempre pueden expresar si algo les molesta o responder a preguntas médicas, la responsabilidad de vigilar su salud visual recae principalmente en los padres. Por ende, es esencial contar con la información necesaria para detectar posibles problemas. Karla Arteaga Rivera, oftalmóloga del Centro de Diagnóstico Ocular, destaca la importancia de realizar revisiones desde los primeros años de vida para identificar cualquier anomalía a tiempo.
Algo tan común como traer mal copiadas las tareas es una de las señales para saber si el niño necesita lentes, “además de tender a acercarse mucho al televisor o al cuaderno y confundir las letras”, explica la especialista.
La hipermetropía (afección ocular en la que los objetos cercanos se ven borrosos) es una de las condiciones oculares más comunes en la infancia, ya que “tiende a ser fisiológica durante el desarrollo y suele desaparecer con el tiempo en la mayoría de los casos”, como también señala el Dr. Francisco Rivera, oftalmólogo.
Es fundamental que los niños acudan a revisiones oftalmológicas anuales, incluso si no presentan síntomas evidentes, para prevenir el desarrollo de la ambliopía, también conocida como “ojo vago”, que puede surgir si los problemas de visión no se tratan a tiempo.
¿Cuándo asistir al oftalmólogo?
- Se acerca mucho al televisor.
- Confunde las letras.
- Presenta dolores de cabeza.
- Desvía un ojo.
- Visión borrosa.
- Tropieza.
En la actualidad, vivimos inmersos en un mundo tecnológico que, sin duda, ofrece ventajas y desventajas. Uno de los aspectos negativos se relaciona directamente con la salud, especialmente la visual.
El excesivo uso de dispositivos electrónicos desde temprana edad puede disminuir la concentración y aumentar el riesgo de desarrollar o empeorar la miopía, según advierte Rivera.
Ambos especialistas recomiendan estimular actividades en los niños que promuevan la visión a distancia para un desarrollo ocular adecuado.
FUENTE: El Universo
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