El lunes, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tachó de «nazi» al canal de noticias alemán Deutsche Welle (DW), en respuesta a la emisión de un informe periodístico sobre corrupción en el país caribeño.
La señal de DW desapareció de la parrilla de programación de una importante cableoperadora local, según constató la AFP. Sin embargo, ni el gobierno venezolano ni la cadena alemana han confirmado si se tomó alguna medida oficial contra el servicio, y el momento exacto de la interrupción no pudo ser determinado.
Maduro acusó a DW de participar en una «campaña» mediática en su contra, señalando a CNN en Español, CNN en general, Associated Press (AP) y, entre ellos, un medio «nazi» de Alemania, la DW. Esto lo expresó durante su programa semanal en la televisión estatal, alertando sobre la campaña que busca «manchar a Venezuela» y, al final, afectar su imagen personal.
DW publicó un reportaje acusatorio sobre corrupción que señala la presunta participación de «políticos de alto rango» en Venezuela en narcotráfico, minería ilegal y actividades de extorsión.
El ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, previamente acusó a DW de «mentir, difamar y propagar el odio contra Venezuela» en redes sociales, calificando de «fake» (noticia falsa) el informe periodístico del canal alemán y destacando la supuesta pobreza de sus contenidos.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y organizaciones defensoras de la libertad de expresión, como Espacio Público, han denunciado una «escalada» contra los medios en Venezuela durante las dos últimas décadas de gobiernos chavistas, documentando el cierre de más de 200 periódicos, emisoras de radio y televisoras. En 2017, CNN en Español fue retirado de las cableoperadoras venezolanas por orden gubernamental, acusado de participar en una «conspiración», y servicios de noticias colombianos como NTN24 y Caracol también fueron vetados.
F: El Universo
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