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«Una tía muy segura de sí misma», dijo una imprescindible Calidad para una portera, que demostró con creces en los recientes Mundiales de Australia y Nueva Zelanda, que ganó la selección española.
El apoyo a su compañera de equipo Jenni Hermoso, que ha sido centro de una polémica no deseada tras ser besada y asesinada por el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, durante una celebración de la victoria, ahora ha sido suspendida y está bajo investigación. La campeona del mundo en las categorías U17 y U19 dice que apoya hasta el final el llamado de su colega. Los 23 campeones han anunciado que no volverán a jugar con la selección nacional hasta que Rubiales se vaya. El beso desató una ola de críticas en España, reflejadas en la prensa internacional y las redes sociales sobre el consentimiento, el sexismo y el abuso de poder, desatando profundos y acalorados debates en España sobre el deporte, la sociedad e incluso la política.
Rubiales, que ha sido suspendido de su puesto y salario por la FIFA y ha sido instado a dimitir por varias fuentes, incluido el Gobierno español, se ha mantenido firme al negar que haya besado a Hermoso sin su consentimiento.
En entrevista con BBC Mundo, el coronel de 22 años dijo estar decepcionado por lo sucedido y dijo que quedó eclipsado por un éxito que toda España debería estar celebrando.
Hablamos con ella no sólo del beso, sino también de la victoria y de cómo se convirtió en la primera portera de un equipo que busca el título después de la derrota