A pesar de la percepción común de que los videojuegos representan un espacio de entretenimiento y ocio, esta idea está lejos de la realidad. Los auténticos aficionados a los videojuegos son conscientes de que, según el título, la dedicación, el nivel de esfuerzo y el estrés involucrados pueden variar significativamente. Mientras que algunas franquicias o juegos son relativamente sencillos de completar en términos de narrativa, otros pueden representar un desafío importante que pone a prueba la perseverancia del jugador. En ciertos casos, el camino hacia el anhelado final puede llevar incluso días completos de juego.
La magnitud de esta dedicación es tal que, en algunas ocasiones, se requieren jornadas enteras para poder proclamar con orgullo: «¡Lo logré!».