Un niño de 10 años proveniente de la ciudad inglesa de Bolton llamado Dillon Wilford fue diagnósticado con una enfermedad que no tiene cura y le provoca un dolor intenso en todas sus extremidades, debido a esto pide que lo dejen morir.
La pesadilla para Dillon empezó una mañana cuando se levantó de su cama y sintió un dolor insoportable e intenso que no le permitió caminar como lo solía hacer. Después de largos días el dolor había empeorado y desde ese momento ya no pudo volver a caminar.
La familia afirmó estar destrozada por los gritos de dolor que realiza el niño en su hogar las 24 horas del día, donde no puede soportar nisiquiera el viento o la lluvia en su piel, pero que harán todo lo posible para que no caiga en la depresión, ansiedad y no pierda la vida.
La enfermedad es llamada como el síndrome de dolor regional complejo o apodado como «Enfermedad Suicida», una afección de dolor crónico que por lo general se da en los brazos, las manos, las piernas y los pies. Además hasta estos momentos solo existen algunos tratamientos para suavizar los efectos, aunque esto no es suficiente para Dillon.
La madre del menor mencionó » No quiero perder a mi hijo» y cuenta que se mantiene en contacto con muchos padres de niños que tienen esta enfermedad donde se realizan daños a ellos mismos, para informarse más a fondo de los problemas de dicha enfermedad.
