Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y otros 17 países solicitaron ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU una investigación independiente y transparente sobre la muerte de Alexei Navalni, líder de la oposición rusa, ocurrida el 16 de febrero mientras estaba en cautividad.
Según un comunicado conjunto firmado por 45 gobiernos, la muerte de Navalni se considera un síntoma más de la creciente y sistemática represión en Rusia. La responsabilidad última se atribuye al presidente ruso Vladímir Putin y las autoridades del país, según la declaración leída por la embajadora de la UE ante la ONU en Ginebra, Lotte Knudsen.
El comunicado también respaldado por Australia, Canadá, Costa Rica, Guatemala, Nueva Zelanda, Noruega y Ucrania, entre otros, insta a la liberación inmediata e incondicional de prisioneros políticos como Yuri Dimitriev, Vladímir Kara-Murza, Ilia Yashin o Alexei Gorinov, así como de defensores de derechos humanos, periodistas y opositores a la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.
Los firmantes exigen a Rusia poner fin al «clima de impunidad» y crear un entorno seguro para la oposición política, voces críticas, periodistas, defensores de las libertades fundamentales y activistas sociales. A pesar de las afirmaciones de causas naturales por parte de las autoridades rusas, los llamamientos a una investigación internacional fueron repetidamente denegados, tras la muerte de Navalni, ocurrida dos meses después de su traslado a una colonia penal en el Ártico en condiciones límite para muchos prisioneros.
El líder opositor, de 47 años, fue enterrado el 1 de marzo en Moscú, y durante su funeral, muchos simpatizantes desafiaron a las autoridades al mostrar su apoyo al político.
F: El Universo
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