El Gobierno garantiza que este 2025 no habrá apagones, principalmente en la época de estiaje que está previsto entre septiembre del 2025 y marzo del 2026, según los datos del Operador Nacional de Electricidad (Cenace). Sin embargo, el escanerio aún se ve complejo.
Para evitar los racionamientos, se trabaja en varios frentes, entre ellos, nueva contratación de generación eléctrica, recuperación de centrales termoeléctricas e hidroeléctricas y optimización de los embalses.
En febrero pasado, el presidente Daniel Noboa ya aseguró que los cortes de luz están descartados para este año, incluso para 2026, y en mayo lo ratificó. Lo mismo ha afirmado la ministra de Energía y Minas, Inés Manzano, que Ecuador “está preparado” para evitar los apagones a partir de septiembre próximo.
El viceministro de Electricidad y Energía Renovable, Fabián Calero, también ha asegurado que no se registrarán racionamientos de energía y detalló varias acciones que han realizado para dar una solución a la crisis energética.
Por un lado, destacó la optimización del uso del embalse, para lo cual maximizaron el uso de las centrales de pasada y termoeléctricas. Dijo que el embalse Mazar sigue en su máxima capacidad, en 2.153 metros sobre el nivel del mar. Por otro lado, resaltó que en el 2024 recuperaron 697 megavatios (MW) de generación que ya se encuentran en el sistema nacional interconectado (SNI).
De acuerdo con el viceministro, si se suma solo esas tres acciones, son prácticamente 1.200 MW que han incorporado al SNI y si se considera que el año pasado el Cenace estableció oficialmente que el déficit era de 1.080 MW, esa cifra se cubrió con lo realizado hasta el momento.
Para el analista energético Fernando Salinas, las autoridades y las empresas del sector han hecho un esfuerzo por recuperar la capacidad operativa del parque térmico.
Sin embargo, señaló que hay que recordar que la capacidad instalada de generación térmica de la Corporación Eléctricia del Ecuador (Celec) y las empresas de distribución en total para el SNI actualmente es de 1.800 MW. “Si concebimos todo el parque termoeléctrico nacional más los 300 MW de las barcazas rentadas (suponiendo que se renovarán sus contratos) tendríamos alrededor de 2.100 MW de generación térmica para el próximo estiaje”, dijo.
La idea ahora -según el viceministro- es continuar con la incorporación de generación, concluir con los proyectos que están en fase de construcción, porque la renta no es algo para que esté de manera permanente. “Eso es algo momentáneo que ayuda a superar un tema urgente, pero la solución ya viene con implementación de generación firme propia de Ecuador”.
Como parte de los proyectos en fase de construcción se encuentran Esmeraldas III (91 MW) que está a cargo de Austral Technical Management (ATM); y El Salitral (100 MW) y Quevedo (50 MW) en manos de Progen a la que Celec notificó la terminación unilateral de los dos contratos.
Para Salinas, los aportes de generación de Progen y ATM están en duda. “Entre estos dos contratos hay una potencia instalada aproximada de 250 MW que no estaría disponible para afrontar la demanda en este estiaje”.
Sobre Esmeraldas III, el viceministro indicó que este 16 de junio ya ingresarían los primeros 30 MW. Esto en medio de cuestionamientos por la incompatibilidad de los generadores con el sistema ecuatoriano, a lo que la empresa indicó que los generadores traídos son pensados en las necesidades y características para el sistema de Ecuador, de sistema modular, fabricados para funcionar tanto en 50 como en 60 hercios (Hz). Y agregó que reemplazará alternadores en 30 de los 48 generadores, asumiendo los costos de este proceso.
Además, el Gobierno inició el proceso para alquilar 260 MW de generación termoeléctrica. Se instalarán 130 MW en la central Enrique García y la misma cantidad para lo que fue la central Pascuales II, por 18 meses.
De acuerdo con Salinas, esta licitación pone un plazo de seis meses para culminar la obra por lo que estaría lista en diciembre, cuando ya han pasado tres meses de haber iniciado el estiaje, que a su criterio comienza en octubre.
Para el corto plazo, el viceministro también mencionó que incorporarán generación fotovoltaica para lo cual ya tienen concesionado casi 600 MW. “Esa generación se construye en un año a un año y medio”, comentó.
También habló de otros proyectos “grandes y más eficientes”, de 400 MW, de ciclos combinados y usando gas natural. En el plan de recuperación para este año lo previsto es de 403 MW de centrales termoeléctricas a las que no se les había realizado mantenimientos, de los cuales, hasta la fecha, ya han recuperado 87 MW.
A largo plazo, Calero dijo que apuntan a otras fuentes de generación de energía como la geotérmica, nuclear, etc. Además, van a desarrollar proyectos que han sido postergados, entre ellos, Cardenillo, en donde son casi 600 MW de generación.
Y aunque desde el Gobierno se avizora un año sin apagones, para Salinas “se configura un escenario complejo para solventar la demanda de energía”, porque están en duda los 150 MW de Progen, los 260 MW en el mejor de los casos llegarían en diciembre próximo.
A su criterio, la operación del sistema debe privilegiar en estos meses la generación térmica para preservar los embalses y de esta manera garantizar la continuidad del servicio, incluso se debe privilegiar la importación de energía desde Colombia para preservar los embalses.
Salinas considera que se mantienen las probabilidades de racionamientos de energía para la época de estiaje, pero que todo dependerá de cómo se comporte la demanda y de la hidrología, del nivel de precipitaciones, para no tener apagones.
“Hay que trabajar desde ya en mecanismos de gestión de la demanda (en especial para las horas pico) y en generación distribuida con energías renovables que dependen de los usuarios. El Estado y sus instituciones, así como los usuarios, deben trabajar mancomunadamente para afrontar esta posibilidad de racionamientos”, sostuvo.
Según Salinas, la demanda máxima registrada en este año es de aproximadamente 5.100 MW y se espera, según información oficial, que llegue a 5.200 MW. Estos números se acercan a lo expuesto por Calero, quien indicó que la demanda máxima en este tiempo es en promedio de 5.000 MW, mientras que la capacidad instalada es de más de 6.500 MW aproximadamente.
F: El Universo
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