La relación entre Ecuador y Estados Unidos tiene múltiples aristas y la incertidumbre provocada por el nuevo huésped de la Casa Blanca tendrá efectos, advierte el embajador Luis Gallegos.
La relación entre Ecuador y Estados Unidos se retomó e intensificó durante el primer periodo de Donald Trump, en la Casa Blanca, a partir de 2017, lo que coincidió con la llegada de Lenin Moreno a Carondelet y su ruptura con el correísmo.
El momento cúspide de ese estrechamiento de relaciones se dio con Guillermo Lasso. Entre mayo y octubre de 2023, el expresidente logró cerrar tres acuerdos militares con Washington, que fueron finalmente ratificados por Daniel Noboa.
Es así que, desde 2017, los gobiernos ecuatorianos se han encargado de consolidar la cooperación con Washington, especialmente en seguridad, debido a la crisis que atraviesa el país en el área y que lo ha convertido en el más violento de Latinoamérica.
Eso influyó en los flujos de recursos y en que Ecuador se convierta en el socio estratégico de Washington en la región. Y el tema que más importancia había ganado entre ambos países era la seguridad, de la mano de la lucha contra el narcotráfico.
Además, la administración del demócrata Joe Biden se caracterizó por apoyar los esfuerzos para enfrentar la crisis migratoria en la región. Washington destinó, durante su gestión, más de USD 1.200 para ayudar a países latinoamericanos como Ecuador a acoger a los migrantes.
Sin embargo, esa era parece haber llegado a su fin. Aunque el presidente Noboa, quien busca la reelección, se presente como simpatizante del magnate que dirige ahora Estados Unidos, la realidad es que serán cuatro años de una administración imprevisible.
Ciertamente, el Ecuador tiene una muy compleja relación con los Estados Unidos, por la multiplicidad de temas que comparten. De entrada, Estados Unidos es la mayor economía del mundo y tiene una incidencia en los temas internacionales que nos afectan.
¿Cuáles son los elementos centrales de esa relación?
El narcotráfico, porque Estados Unidos es el mayor consumidor de cocaína del mundo. Y esa producción de cocaína ha generado la crisis de seguridad interna en Ecuador, que requiere de cooperación internacional, de una agenda y soluciones internacionales, porque los principales consumidores son estadounidenses y europeos.
¿En qué otros temas ecuatorianos tiene influencia Estados Unidos?
En el financiamiento internacional de Ecuador. Estados Unidos es el mayor accionista del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y del Banco Internacional, por lo que cualquier crédito o perfilamiento de deudas requiere el apoyo de Washington.
Otro tema complejo es la migración ecuatoriana, que viene desde hace 40 o 50 años. Y Estados Unidos ha fracasado, en los últimos 30 años, en aprobar una legislación al respecto. Y el ofrecimiento de deportaciones masivas ha comenzado en los primeros días de su gobierno.
Al ser la migración irregular un problema de décadas, ¿qué se puede esperar ahora?
Nosotros hemos tenido vuelos de deportación durante los últimos años y un creciente número de migrantes, en general, que han sido deportados en las administraciones Clinton, Bush, Obama, Trump y Biden, en millones.
Lo que podemos esperar es un aumento en esas deportaciones. Podrían ser alrededor de 120.000 ecuatorianos o muchos más. Y hay un mecanismo que utilizan los agentes de migración que se llama la deportación voluntaria, donde le indican al individuo que, si sale de Estados Unidos por su propia voluntad y pagándose su pasaje, podría aplicar para una visa en 10 años.
Por lo tanto, está habiendo una enorme cantidad de personas que salen voluntariamente y de forma distinta al proceso de deportación.
F: imagen – Primicias
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