Exentrenadores del Comité Paralímpico Ecuatoriano (CPE) denunciaron que al menos seis atletas que compitieron en los Juegos de París 2024 no tienen discapacidad intelectual.
El Observatorio del Deporte Ecuatoriano (ODDE), junto a exentrenadores y excolaboradores del Comité Paralímpico Ecuatoriano, acusaron a este organismo de formar una estructura de corrupción, que tenía como objetivo reclutar atletas convencionales para llevarlos al deporte paralímpico.
La denuncia nació a partir de llamadas de decenas de padres de familia y de propios deportistas con discapacidad intelectual, que dijeron estar «cansados» de intentar formar parte del Plan de Alto Rendimiento y representar al país en eventos internacionales.
Padres y deportistas le contaron al Observatorio que los atletas que integran esta supuesta red provienen del Valle del Chota y que migraron del deporte convencional al paralímpico. De hecho, estos deportistas tienen sus fichas en competencias convencionales en la Federación Deportiva del Carchi.
De acuerdo a esas fichas, a las que tuvo acceso PRIMICIAS, los atletas involucrados en esta red no conseguían buenos resultados en el deporte convencional. Pero cuando pasaron al deporte adaptado, pronto empezaron a subirse a los podios.
Diego Arteaga, metodólogo de la Federación Deportiva del Carchi, le contó al Observatorio que la mayoría de chicos hicieron todo el proceso de desarrollo con él y que nunca reportaron un antecedente de discapacidad de ningún tipo. Tampoco lo hicieron sus padres. «No hay ninguna evidencia».
Según Edison Mendoza, coordinador del Observatorio del Deporte Ecuatoriano, en 2015 los atletas entrenaban en el Centro de Alto Rendimiento de Carpuela, cuando miembros del Comité Paralímpico llegaron hasta esas instalaciones, vieron su rendimiento y se los llevaron. Siete meses después ya tenían el carné de discapacidad.
Incluso, Celso Chalá, exentrenador del Comité Paralímpico y quien formó a muchos de los deportistas en mención, le contó a PRIMICIAS que los propios colaboradores fueron instruidos con distintos métodos y técnicas para hacer fingir a los chicos una discapacidad intelectual.
«La gente del Comité Paralímpico nos educaba, porque nosotros carecíamos de ese conocimiento. Por ejemplo, les decíamos que nunca le vean la cara al psicólogo, que siempre miren al piso, o que no contesten las preguntas enseguida y se queden pensando. Que se hagan los tontos», explicó Chalá.
Y agregó: «Eso permitía que el psicólogo de por hecho que los chicos tenía discapacidad intelectual. Lo que no se sabía era si el psicólogo también era parte de la estructura. Pertenecía al Centro de Salud de Pimampiro».
Motivaciones económicas
La principal razón por la que los deportistas accedieron a formar parte del deporte paralímpico, fue por tener una mejor calidad de vida y ayudar a sus padres.
Los denunciantes detallan que Santiago Chango, director técnico del Comité Paralímpico, acudía a Carpuela y se fijaba en los talentos que pudieran dar réditos deportivos y económicos en el corto y mediano plazo.
Primero hablaba con los atletas y después con sus padres. Les aseguraba entrar al Plan de Alto Rendimiento y les prometía competencias internacionales. Eso, por defecto, incluía viajes y viáticos.
Mientras que Celso Chalá contó que muchos de los chicos querían ser policías, pero el beneficio económico al entrar al deporte paralímpico era mayor. Por ejemplo, podían ganar, en un principio, entre USD 900 y USD 1.300 por formar parte del Plan de Alto Rendimiento.
Pero después, esa cifra se podía incrementar, dependiendo de sus logros deportivos, así como el apoyo de empresas privadas.
«Los muchachos se animaban y cuando empezaron a ganar más de USD 3.000 decían: ‘De policía me iba a morir de hambre'».
El carné de discapacidad
El primer requisito para que los atletas formen parte del deporte adaptado es justamente obtener el carné de discapacidad, y para eso deben ser evaluados por un psicólogo
Yolima Paiz, experta en discapacidad intelectual desde 2009, le dijo a PRIMICIAS que el proceso de elegibilidad y clasificación funcional cumple varios parámetros.
El primero es, justamente, ser examinado a nivel nacional, en donde se debe llenar un formulario con un médico o psicólogo, dependiendo la discapacidad.
Consta como un informe médico funcional, el cual va adjunto al historial médico. Entonces, una vez completado el formulario, sumado al informe y al historial clínico, se hace un análisis de toda la documentación.
«La Federación de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual es la encargada de organizar todo. Los papeles van firmados, en algunos casos, por los entrenadores o el representante legal. Después se envía al Comité Paralímpico y ellos hacen la solicitud de licencia y clasificación y elegibilidad de deportistas».
Chalá recordó que, una vez que conseguían el carné, enviaban exámenes psicopedagógicos a Inglaterra, sede del Comité Paralímpico Internacional, y a Virtus, ente rector a nivel internacional que maneja la discapacidad intelectual. Ya con todos los documentos, las autoridades internacionales aceptaban o no su elegibilidad
Sin embargo, la supuesta red, en coordinación con los entrenadores, debían educar a los deportistas para «burlar» los exámenes con los psicólogos internacionales.
«Una vez que nos daban el ‘ok’, ya podían competir normalmente en cualquier evento internacional. La educación que se les daba a estos deportistas para fingir con los ‘gringos’ era otro nivel», admitió el exentrenador.
Uno de los primeros viajes de estos deportistas fue en 2015, a El Salvador, cuando Yolima Paiz era entrenadora del Comité de discapacidad intelectual.
Allí cuenta que un grupo de profesionales centroamericanos, algunos de ellos psicólogos, le consultaron de dónde salieron los chicos ecuatorianos, ya que desde su óptica no tenían discapacidad intelectual.
«Cuando estos profesionales de psicología hablaron conmigo, renuncié al Comité Paralímpico. No quería ser parte de esa red y era mejor evitar problemas. Todos sabemos que el proceso para sacar un carné en Ecuador está viciado», sentencia Paiz.
Licencias de conducir Tipo B, otro elemento irregular
El Observatorio del Deporte Ecuatoriano encontró que varios de los deportistas acusados cuentan con una licencia Tipo B, cuando, por su supuesta discapacidad intelectual, deberían tener un documento Tipo F.
PRIMICIAS accedió a la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) y constató, mediante los números de cédula, que efectivamente su tipo de licencia es para una persona convencional y no con discapacidad.
Santiago Chango, director técnico del Comité Paralímpico, reconoció esta irregularidad y dijo que en el Comité se enteraron durante los Juegos de París 2024. Les tomó por sorpresa.
De todas formas, desligó por completo al Comité Paralímpico y añadió que se investigará cómo y por medio de quiénes esos deportistas obtuvieron la licencia de conducir Tipo B.
¿Qué dice el Comité Paralímpico Ecuatoriano?
PRIMICIAS conversó con Patricia León, actual presidenta del Comité Paralímpico Ecuatoriano (CPE) y con Santiago Chango, director técnico de la institución.
León explicó cómo son los procesos para detectar los talentos deportivos en Carpuela: «Son procesos técnicos y profesionales. A los chicos se les debe detectar la discapacidad intelectual antes de los 18 años».
Y dijo que en esa zona del país hay una particularidad: existen muchos matrimonios entre familias, razón por la cual se genera la discapacidad intelectual en gran parte de la población.
León también aseguró que, en muchos casos, los padres de familia no quieren aceptar que sus hijos no tienen discapacidad intelectual, con lo cual, en algunos casos, se ha detectado esta condición recién a los 17 años.
«Es un tabú que todavía nos cuesta mucho en el país. Por eso los padres han omitido sacar el carné. Pero si están interesados en que su hijo mejore su calidad de vida a través del deporte, es ahí donde inicia el proceso de la Federación (para personas con discapacidad intelectual), en donde el primer requisito es el informe de un psicólogo. En eso nosotros no nos involucramos, porque no somos el ente que emite el carné».
Por su parte, Chango expresó que si bien el carné es un documento que al Comité le permite tener una presunción de la discapacidad, no es vinculante para que la persona que se proyecta como atleta, sea elegible en el sistema deportivo, tanto local como internacionalmente.
Asimismo, reconoció que estos deportistas sí empezaron en el deporte convencional, ya que la estructura paralímpica en el país recién se instaló en 2012, año en el que también se fundó el Comité Paralímpico.
«Eso para nada es vinculante o no se puede decir que de un momento a otro pasaron al deporte paralímpico».
Chango también aseguró que en ese año, junto a un equipo técnico del Comité, se trasladaron a distintas ciudades del país, justamente para captar a posibles talentos.
Por otro lado, el director técnico respondió las acusaciones de Celso Chalá: «Es penoso decirlo, pero fue separado de la institución a inicios de 2024, por extorsionar a sus deportistas. Uno de ellos tuvo la valentía de denunciarlo. Dijo que les pedía dinero por unos premios que tuvieron tras una competencia. Por eso, él fue separado inmediatamente».
Lo cierto es que la denuncia del Observatorio del Deporte y los exentrenadores se presentó el 31 de julio de este año, pero, hasta la fecha, el Comité Paralímpico Ecuatoriano no ha desmentido públicamente esas afirmaciones.
«No le hemos dado la importancia del caso, porque sabemos que tarde o temprano se va a caer. Hicimos esa aclaración con Virtus, por ser el ente encargado de otorgar la elegibilidad de los atletas y para ellos realmente es un chiste. Están sumamente confiados de los procesos que llevan a cabo desde hace años. No les ha causado ninguna alerta», sostuvo Chango.
Además, Patricia León rechazó esas denuncias, las cuales consideró «infundadas» e insistió en que el Comité no es el encargado de tramitar los carnés de discapacidad, por lo que no cuentan con ninguna incidencia sobre los procesos.
De igual manera, comentó que los atletas sobre los que recaen estas acusaciones están muy golpeados y que sus padres tomarán cartas en el asunto.
En Ecuador, los carnés de discapacidad son emitidos por el Ministerio de Salud Pública, pero antes lo hacía el Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis).
PRIMICIAS pactó una entrevista con Edison Martínez, secretario técnico del Conadis, para conocer los procesos que debe seguir una persona para acceder a este documento. Sin embargo, el funcionario suspendió la entrevista a último momento.
«El Ministerio del Deporte también lo sabía»
La denuncia del Observatorio asegura, además, que esta presunta red de corrupción no hubiese sido eficaz sin la participación de funcionarios del Ministerio del Deporte.
Desde el Observatorio mencionan que varios funcionarios del Ministerio, entre ellos, Andrea Sotomayor, Sebastián Palacios y María Belén Aguirre, sabían sobre este tema.
PRIMICIAS se contactó con Aguirre, exviceministra, quien desconocía de esta acusación, la misma que calificó como «sumamente grave».
«Desde ningún punto de vista he estado involucrada en ningún proceso ni conversación. De hecho, el sistema paralímpico está compuesto por las Federaciones y ellos se someten a la reglamentación del Comité Paralímpico Internacional. Este trabajo no se lo hace dentro del Ministerio», apuntó.
Y añadió: «Realmente no llego a entender en qué momento podrían involucrarnos en esa supuesta red, no llego a entender de qué manera podríamos participar».
Además, Aguirre, que se desempeñó como viceministra del Deporte entre 2021 y 2023, dijo que durante su gestión nunca llegó un pedido de información y tampoco tuvieron discusiones sobre estas denuncias. «Si me llega alguna solicitud de información, la presentaré».
Ecuador compitió en los Juegos Paralímpicos de París con 14 atletas y seis guías, la delegación más numerosa en la historia, y alcanzó cuatro medallas y nueve diplomas.
F: PRIMICIAS
#RadioLife #LifeFM #LifeNoticias #Corupcion #deporte #JuegosParalímpicos #MinisteriodelDeporte #995